A principios de los 90, el mundo entero alucinaba en los salones recreativos con lo que ofrecían aquellas maquinas, que por "unos pocos duros" podrías entretenerte un tiempo. ¿Porqué no disfrutar aquello en el salón de tu casa sentado en el sofá? Sega se lo propuso y lo consiguió a la perfección en este título, Sega Rally Championship.
Nos encontramos con la que puede ser una de las mejores recreativas de todos los tiempos y Sega había lanzado al mercado la que sería su séptima consola, la Sega Saturn. Un sistema muy menospreciado en la época y muy infravalorado a día de hoy incluso. Decisiones de la propia Sega y la aparición de un competidor inesperado, la Sony Playstation, la relegaron a un tercer puesto entre las consolas de sobremesa de mediados de la década. Sega sabía que si quería ganar cuota de mercado tendría que trabajar muy duro para ofrecer una experiencia exacta a lo que se ofrecía en aquellos salones. De los juegos más valorados de la consola, tres son ports de recreativa; además del que hablaremos, los otros dos son Virtua Fighter 2 y Virtua Cop.
Cuando decimos que Sega Rally Championship es exacto al original, es porque la experiencia de juego es idéntica a la de la recreativa original. Sega hizo un trabajo impecable. Sigue siendo uno de los mejores juegos de rallies. Sí hay que mencionar que el juego en cuanto a contenido es un poco corto, recordemos que se basaba en echarle monedas para seguir jugando. Contiene tres modos de juego, el campeonato, el time attack y el versus. En el campeonato tendremos que escalar desde la posición 15 a la primera en tres carreras; no hacía falta hacerla en una, si terminabas octavo en la primera carrera, en la siguiente empezarías desde esa posición. Si al final terminabas primero, se desbloqueaba un cuarto mapa, y ya siempre lo tendríamos ahí para jugar en él. Son los únicos cuatro circuitos que dispone el juego, pero como punto a favor, hay que decir que cada uno de ellos es diferente, con diversos tipos de terreno, de curvas y de estética visual. Gracias a esta variedad, los coches responden dependiendo el tipo de suelo sobre el que estemos corriendo, asfalto, grava o barro. En el time attack elegiremos uno de los circuitos y un coche e intentaremos mejorar nuestros tiempos. Finalmente el modo versus es el modo de pantalla dividida para jugar con un amigo. En cuanto a la elección de coche, tampoco dispone de un gran número de coches, ciertamente es muy pobre en este aspecto ya que solo podremos elegir entre dos coches, y un tercero cuando lo desbloqueemos. Son coches mitiquísimos en el antiguo mundial de rallies, el Toyota Celica y el Lancia Delta, y una vez desbloqueado, el Lancia Stratos.
Además de tener que ir escalando posiciones, tendremos que luchar contra el cronómetro. Tenemos una cuenta atrás que si llega a 0 se nos terminará la partida estemos donde estemos. Para evitar esto tendremos que pasar por unos puntos de control dentro del tiempo que nos queda, y así aumentar el tiempo hasta el siguiente punto. Momento memorable a recordar, era cuando no llegamos a tiempo a uno de los punto de control, y escuchábamos de manera efusiva, GAME OVER! YEAH! como si el juego celebrase que habíamos sido eliminados.
En el apartado técnico hay que decir que el juego a envejecido muy mal. Si en aquellos años nos sorprendíamos relativamente con él, a día de hoy es imposible jugarlo sin que te lloren los ojos. Muy pixelado, polígonos excesivamente grandes y una distancia de dibujado cercana. El popping es la construcción del mapa conforme nosotros avanzamos, esto se hacia para darle más fluidez al juego. Aunque había juegos con mucho más popping (lo de Wipeout no había por donde cogerlo), en este Sega Rally se nota bastante; curva, bajada y popping, no es una buena combinación para un juego de carreras.
Todos estos puntos negativos no restan a la experiencia total de juego. Sigue siendo uno de los juegos mejor valorados de la historia, y para echar una partida cuando quieras desconectar, o picarte con tus amigos, viene perfectamente. Si te aventuras a probarlo, recomendamos hacerlo en una televisión de tubo, que aunque te sorprenderá si no lo has visto nunca, siempre será mejor que verlo en un LCD.
Saludos pixelados.
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